" Ya es hora que el arte deje de ser bufón de la corte"

Vladiir Mayakovski (1893-1930). Poeta, comediógrafo


jueves, 9 de octubre de 2008

Cinemateca UGT. Sábado 11 de octubre a las 20 h: El perro negro

El perro negro, de Peter Forgacs.
Holanda, 2005. v.o.s.e.

Es, como reza la segunda línea de su título, una de las tantas historias privadas que derivan de la guerra desatada en 1936. Lo particular de ésta es que buena parte de las imágenes que la componen fueron filmadas por la víctima e incluyen entre ellas alguno que otro plano de quien luego sería el asesino del aficionado cineasta. Porque esta historia es la de la muerte del hijo de un poderoso empresario de la época a manos de un empleado anarquista de su padre, que lo ajustició en nombre de sus convicciones. El problema es que la edición de unas imágenes tan poderosas resulta menos sugestiva que el hecho en sí, limitándose a ilustrar la época con una inexpresiva voz en off y un sentido más bien convencional de lo visual que incluye las referencias a Lorca de rigor y otros lugares comunes que quitan más de lo que suman.

Perro negro configura un acercamiento fílmico inédito a la contienda fratricida. Utilizando el metraje doméstico de Joan Salvans, un empresario textil catalán asesinado por un anarquista, y de Ernesto Noriega, un estudiante madrileño, Forgács va cosiendo la memoria española de los años 30. Los estertores de la dictadura de Primo de Rivera, la caída de la monarquía, el inicio de la República, las revueltas sociales, los ataques a las iglesias, la victoria del Frente Popular, el estallido violento del 18 de julio... La crónica histórica va asomando, intuyéndose, en los fragmentos de celuloide familiar que el director húngaro pone en juego.

Con el inicio de la Guerra Civil, archivo casero y archivo público se entreveran para completar un lienzo hipnótico, repleto de ecos autorreferenciales y símbolos poéticos: un perro negro, los ojos de un poema de Lorca, caballos en el Mediterráneo, una sonrisa al salir del agua...

Forgács bucea entre horas de metraje para servir una película honesta; un valor que hoy día parece escasear en el acercamiento a un material ideológicamente tan sensible. Sin escamotear causas ni consecuencias, la mirada del director húngaro afronta la brutalidad de los dos bandos, el tremendo desgarro moral y la muerte como íntimo compañero de viaje. Para unos y para otros.
suman.

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