Durante el verano de 2002, Michel Khleifi, cineasta de origen palestino y Eyal Sivan, cineasta de origen israelí, deciden filmar un viaje por Palestina e Israel. Se dirigen hacia el lugar donde la herida histórica es más profunda, donde el antagonismo actual alcanza grandes cotas de violencia tras un pasado común.En 1947, las Naciones Unidas, adoptan la resolución 181, que parte Palestina en dos estados independientes, uno judío y otro árabe, quedando Jerusalén bajo administración internacional. Árabes y judíos rechazaron el plan, y al término del mandato sobre Palestina y la retirada de las tropas británicas, los judíos proclaman el Estado de Israel. Los estados árabes atacaron al nuevo estado, pero fueron derrotados e Israel aumentó sus territorios a costa de ellos, y Jerusalén quedó dividida entre árabes e israelitas. Más de medio millón de palestinos se refugiaron en los países árabes vecinos. Esta frontera que nunca existió, es el origen del enfrentamiento, que hasta hoy, mantienen israelitas y palestinos. Una frontera que es más una cuestión mental de ambas naciones que algo físico, más complejo que el “muro de la vergüenza” construido por Israel en Cisjordania. Esta es la ruta que van a seguir de norte a sur Michel Khleifi y Eyal Sivan, filmando sus encuentros, interrogando sobre el pasado y el presente, buscando lo que une y separa.
Route 181 es la narración de dos personas que rehúsan aceptar las cosas tal como se las cuentan, se conciencian y toman la iniciativa, alejándose del discurso objetivo, de una forma de aproximación documental, buscando las sorpresas y azares que provoca el viaje. Alargan la duración de las secuencias para provocar la espontaneidad y que surja lo imprevisto en sus encuentros, priorizando el registro sobre el montaje. Para ello los directores realizan entrevistas en las que el entrevistado dispone de todo el tiempo que desee para responder a la cuestión planteada, consiguiendo sacar a la luz lo que ocultan sus primeras declaraciones, accediendo a la verdad interior. Cada uno de los entrevistados evoca a su modo las fronteras que lo separan de sus vecinos: cinismo, humor, indiferencia, sospecha, agresión...La valla de separación se ha edificado sobre colinas, montañas y valles, pero sobre todo en el espíritu y el alma de estas gentes y en el inconsciente colectivo de dos sociedades.
En Route 181 un israelí y un palestino, realizan una recorrido juntos, comparten un destino, una misma tierra, una idea, cinematográfica en este caso. Existe la idea política de proponer, frente al conflicto, la colaboración; frente a la separación, la unión. Durante la ruta siempre están juntos, viajan juntos, se detienen juntos y hablan con las gentes juntos. No es una película en la que coexistan la mirada de un israelí y la mirada de un palestino, sino un intento de reapropiación de la palabra y la imagen por parte de dos individuos que son ante todo dos cineastas que comparten un mundo común.
Así que, Genaro Parladé, teniendo en cuenta que Jean-Luc Godard la ha incluido en su lista de recomendaciones y que tuvo que firmar un manifiesto junto a 300 intelectuales para que se proyectase en el Centro Pompidou de París tras su cancelación durante el Festival de Cinéma du Réel, que la cinemateca la estrene.
Route 181 es la narración de dos personas que rehúsan aceptar las cosas tal como se las cuentan, se conciencian y toman la iniciativa, alejándose del discurso objetivo, de una forma de aproximación documental, buscando las sorpresas y azares que provoca el viaje. Alargan la duración de las secuencias para provocar la espontaneidad y que surja lo imprevisto en sus encuentros, priorizando el registro sobre el montaje. Para ello los directores realizan entrevistas en las que el entrevistado dispone de todo el tiempo que desee para responder a la cuestión planteada, consiguiendo sacar a la luz lo que ocultan sus primeras declaraciones, accediendo a la verdad interior. Cada uno de los entrevistados evoca a su modo las fronteras que lo separan de sus vecinos: cinismo, humor, indiferencia, sospecha, agresión...La valla de separación se ha edificado sobre colinas, montañas y valles, pero sobre todo en el espíritu y el alma de estas gentes y en el inconsciente colectivo de dos sociedades.
En Route 181 un israelí y un palestino, realizan una recorrido juntos, comparten un destino, una misma tierra, una idea, cinematográfica en este caso. Existe la idea política de proponer, frente al conflicto, la colaboración; frente a la separación, la unión. Durante la ruta siempre están juntos, viajan juntos, se detienen juntos y hablan con las gentes juntos. No es una película en la que coexistan la mirada de un israelí y la mirada de un palestino, sino un intento de reapropiación de la palabra y la imagen por parte de dos individuos que son ante todo dos cineastas que comparten un mundo común.
Así que, Genaro Parladé, teniendo en cuenta que Jean-Luc Godard la ha incluido en su lista de recomendaciones y que tuvo que firmar un manifiesto junto a 300 intelectuales para que se proyectase en el Centro Pompidou de París tras su cancelación durante el Festival de Cinéma du Réel, que la cinemateca la estrene.
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