Italia, 2005.
Último pase
La lucha por la vida de niños que viven en un ambiente de exclusión es el tema de “Niños Invisibles”, película lanzada en 2005 en el Festival de Veneza. Compuesta por siete cortometrajes dirigidos por nombres como Ridley Scott, John Woo, Spike Lee y Emir Kustrica, entre otros, la película retrata la vida de niños cuyas vidas no son amparadas por políticas públicas, que se sitúan al margen del mundo y proveen sustancia a estadísticas de hambruna, crimen y desempleo.
Niños con armas en el letrero“Pienso que el cine puede ofrecer más que simple entretenimiento” dice Chiara Tilesi, la fuerza motora por detrás de la película, que obtuvo apoyo de Unicef y el Programa Mundial de Alimentos, y que invitó a Maria Grazia Cucinotta, la bella italiana del “Cartero y el Poeta”, para ser una de las productoras.
“Parte del apelo de este proyecto fue la libertad total para crear,” señala la brasilera Kátia Lund, famosa por su participación en la película “Ciudad de Dios”.
Los siete cortometrajes muestran la intersección de la exclusión con la pobreza y los problemas decurrentes. La contribución de Medhi Charef para África en “Tanza” cuenta la historia de un niño soldado de 12 años; En “Ǔros”, Emir Kustrica relata la vida de un niño gitano para quien la internación en el sistema de justicia juvenil es una solución de vivienda en Serbia-Montenegro.
“Bilu y João” de Kátia Lund retrata el dilema de niños en la lucha por supervivencia en Brasil, y Stefano Veneruso, de Italia, evoca en “Ciro” su propia juventud vivida entre el crimen y los juegos en Nápoles.
Ya “Niños Jesús de América” de Spike Lee para los EEUU cuenta la historia de una niña hija de padres usuarios de drogas en Brooklyn que descubre que es portadora del virus HIV. “Song Song & Little Cat” es la contribución de John Woo para China, su corto enfoca el vínculo entre el huérfano pobre Little Cat y la rica pero ignorada Song Song. Ridley Scott y su hija Jordan Scott dirigieron “Jonathan,” la historia de un fotoperiodista que revive su infancia en Gran Bretaña.
Al pensar sobre “Tanza”, corto filmado en Burkina Faso pero situado en algún lugar de África, Mehdi se sorprendió al descubrir que los niños que van a la guerra no saben lo que es ganar regalos.
“Los niños soldados son muy jóvenes, ellos piensan que ir a la guerra es una dádiva, y que granadas y armas son regalos. Eso es preocupante y es una de las razones que me llevaron a hacer esta película”. El director opina que la obra debe ser exhibida en escuelas de Europa donde los niños viven más protegidos.
Por su parte, Kátia Lund dice que conoce muchos niños como “Bilu y João”, que se sienten orgullosos de llevar dinero a casa. “Lo que me pregunto es que va a pasar en algunos años cuando no puedan más vivir en el medio de una economía cada vez más excluyente, hacía donde irá toda esa creatividad?” dice Lund. “Estamos plantando semillas de odio” alerta.
La exclusión infantil y el crimen van mano a mano en “Ciro”. Veneruso dice que “intentó mostrar una faceta escondida de Nápoles, que por lo general, es banalmente retratada por los medios”.
Pero en este sentido, la cobertura de los medios es vital para arrecadar recursos para estos niños invisibles. James Morris, director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos dice que “la película ya produjo un efecto” una vez que las crisis que reciben mayor atención de los medios tienen mejores oportunidades de recibir fondos. Si bien aproximadamente 25,000 personas mueren de hambruna todos los días, según el director, “90% de ellos mueren en situaciones ignoradas por los medios”.
“Niños Invisibles” es una producción Ítalo Francesa de Chiara Tilesi, Stefano Veneruso, Maria Grazia Cucinotta y Gaetano Daniele, y los productores asociados Annarita Dell’Atte y Andrea Piedmonte.
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