Suzuki se ha convertido en un director de culto, reconocido internacionalmente por la manera en que subvirtió desde adentro al rígido sistema de estudios del cine japonés, cuestionando los estereotipos y utilizando los géneros como campos de experimentación visual.
Entre los años 1956 y 1967 Suzuki realizó más de cuarenta películas para la Nikkatsu, período del cual podrán apreciarse ocho títulos. En palabras del especialista en arte oriental J.Scott Burgeson, "de la misma manera en que los tradicionales grabados en madera japoneses eran producidos industrialmente como posters comerciales, y que sólo fueron reconocidos como obras de arte mucho tiempo después, los films de Suzuki son un verdadero triunfo del estilo y la forma por sobre las restrictivas condiciones en las que fueron producidos".
"Hasta que la compañía lo despidió, en 1967, y eventualmente quitó de circulación todos sus films, Seijun Suzuki dedicó su carrera a dirigir largometrajes de clase B para el estudio Nikkatsu : films de bajo presupuesto anclados en géneros pre-establecidos que solían exhibirse luego de algún film más prestigioso en las salas de cine de la empresa.
Todos estos proyectos eran asignaciones del estudio y generalmente se trataba de largometrajes de identidad genérica clara y bien definida: policiales duros, comedias, films de guerra, películas de yakuzas, melodramas con prostitutas. A un promedio de tres o cuatro realizaciones al año, Suzuki comenzó a encontrar la forma de hacerlas más "interesantes", lo que generalmente implicaba intensificar lo que ya estaba disponible en el guión: utilizar una puesta en escena e "iluminación de origen teatral, mostrar la acción desde ángulos excéntricos, destacar los detalles más inesperados, elevar el nivel del humor absurdo." (Tony Rayns).
Entre los años 1956 y 1967 Suzuki realizó más de cuarenta películas para la Nikkatsu, período del cual podrán apreciarse ocho títulos. En palabras del especialista en arte oriental J.Scott Burgeson, "de la misma manera en que los tradicionales grabados en madera japoneses eran producidos industrialmente como posters comerciales, y que sólo fueron reconocidos como obras de arte mucho tiempo después, los films de Suzuki son un verdadero triunfo del estilo y la forma por sobre las restrictivas condiciones en las que fueron producidos".
"Hasta que la compañía lo despidió, en 1967, y eventualmente quitó de circulación todos sus films, Seijun Suzuki dedicó su carrera a dirigir largometrajes de clase B para el estudio Nikkatsu : films de bajo presupuesto anclados en géneros pre-establecidos que solían exhibirse luego de algún film más prestigioso en las salas de cine de la empresa.
Todos estos proyectos eran asignaciones del estudio y generalmente se trataba de largometrajes de identidad genérica clara y bien definida: policiales duros, comedias, films de guerra, películas de yakuzas, melodramas con prostitutas. A un promedio de tres o cuatro realizaciones al año, Suzuki comenzó a encontrar la forma de hacerlas más "interesantes", lo que generalmente implicaba intensificar lo que ya estaba disponible en el guión: utilizar una puesta en escena e "iluminación de origen teatral, mostrar la acción desde ángulos excéntricos, destacar los detalles más inesperados, elevar el nivel del humor absurdo." (Tony Rayns).
Seijun Suzuki, entrevista
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