" Ya es hora que el arte deje de ser bufón de la corte"

Vladiir Mayakovski (1893-1930). Poeta, comediógrafo


domingo, 24 de mayo de 2009

La cinemateca UGT en...

Hasta entonces Candela no lo entendió. Se hubiera echado a reír, incluso, de haber sabido aquello de la tele allí, los vecinos testimoniando, los parasicólogos con su ferretería de cazafantasmas y las psicofonías. Las psicofonías, contó a Canal Sur Felipe el del bar La Vega, como prueba concluyente de que nos ha hablado, en off y otra vez, la Santísima Virgen , en curiosa advertencia de que ese cine había abierto sin que ningún cura, y no será por falta de vocaciones en esta Sevilla, grande y mariana, asistiera con hisopo e incienso a la inauguración. Cinematógrafos y Cinemateca Fantasio. Ese era el nombre, supo después Candela, del cine-filmoteca que estuvo allí donde ahora ella tiene su casa encantada (...)


En cambio, dicen, cuando se estremecen los cimientos de un cine se menean las peores pasiones, que son las pasiones contenidas; se revuelven, no sólo las emociones inmortalizadas en 35 mm., fijadas con mejunjes de revelar y apiladas luego en latas; también los estremecimientos de platea, paraíso y gallinero. Y es que el antiguo Fantasio fue antes el antiquísimo y redundante Teatro Anfiteatro, y de él heredó la estructura, desprovista, eso sí, de su inicial sentido jerárquico -pues, con semejante nombre, en los tickets de Cinematógrafos y Cinemateca Fantasio ni título de película ni número de butaca cabían-. Así, por siempre, los ambigúes fueron ocupados por los cuatro gualtrapas vespertinos que primero llegaban. (...)

Lo de la UGT. Radicalmente, lo de la UGT. El milagro del Cineclub de la UGT fue decisivo para amar al alma del Fantasio más allá de la ley de la gravedad. Sólo pudo ser él y sus gestiones de ultratumba quien le puso en las manos un folleto del ciclo del Cineclub de la UGT, dedicado a Fritz Lang, y debate luego, y sólo Dios sabe por qué demonios, con la que estaba cayendo, fue esa tarde, si ha visto mil veces Metrópolis, ni por qué se quedó luego a la proyección de cintas viejas de la II República. Pau. Casi se muere al escuchar el título catalán, Pau, de la cinta, Pau: la película pacifista en la que su abuelo José María actuó en 1936, antes de aquello del campo de concentración de Torremolinos, de la evasión frustrada con el brigadista, el paseíllo hasta la playa y todo lo demás es agua; antes de que la abuela, arrasada, loca y viuda, arrojara en furia el carné del Partido y el del Comité de Actores de la UGT a la candela. Candela… (...)

EL FANTASMA DEL FANTASIO Y OTROS INFUNDIOS
Carmen Camacho. Banda Aparte
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