Mudanza, de Pere Portabella
España, 2008. 20’
Próximo pase: Domingo 21 de febrero, 20 h
Ciclo La Cinemateca estrena
España, 2008. 20’
Próximo pase: Domingo 21 de febrero, 20 h
Ciclo La Cinemateca estrena
Frente al ruido de las excavadoras, desenterrando esqueletos, el silencio respetuoso de una casa vacía. Frente a la sumisión a las reliquias, el homenaje a los muertos. A todos. Frente a la obsesión por recuperar la noble calavera, la voluntad de recordar. Federico García Lorca descansa en paz junto a otras víctimas anónimas de la guerra civil española, y su familia así lo quiere. Es su decisión. Como fue decisión de la Fundación García Lorca invitar a Pere Portabella a realizar una película para recordar su figura por encima de los objetos que poseyó. Por encima de las reliquias. La película se llama Mudanza-
"Los objetos son evocadores, es cierto - comenta Portabella-.Pero también pueden ser la prisión del recuerdo. ¿Qué tiene más fuerza, qué es más verdad, la supuesta casa de Shakespeare o la lectura de sus obras?", se pregunta el cineasta poco antes de la presentación pública de Mudanza. "Pues lo mismo pasa con García Lorca".
Con esta película de apenas veinte minutos, Portabella lleva a cabo un proceso de despojamiento radical de la memoria. Deshaciéndose metafóricamente, mediante una cuadrilla de mudanzas, de las que fueron las posesiones del poeta: su retrato, su piano, su cama, todo lo que había en su casa de veraneo, y que ahora es la casa museo de la Fundación García Lorca, en la Huerta de San Vicente, en Granada. Yal final, queda la esencia. Como si, en realidad, hubiéramos asistido, a la vez, al duelo y al entierro del poeta.
"Hasta llegar al vacío y al silencio, tan sólo roto por los juegos lejanos de unos niños. El espectador se queda frente a unas paredes desnudas, porque es el espectador el que construye la memoria. Quien, con su mirada, hace la película", explica Portabella, quien por este filme recibirá el Premi Nacional de Cultura de Catalunya de este año.
Laura García Lorca asiente. Para luego afirmar: "El mejor homenaje es el respeto a los muertos. Nos oponemos a la exhumación de los restos de García Lorca. Junto a él, descansan los restos de otros cientos de personas más. ¿Qué pasaría con ellas? ¿Serían olvidadas? Comprendemos que haya otros puntos de vista, pero este es el nuestro", concluye.
Mudanza inicia ahora su recorrido por festivales y museos. Uno de los primeros será el Reina Sofía de Madrid. ¿Es ese el futuro del cine? ¿El museo? "Al contrario", responde Portabella con una sonrisa y blandiendo un bastón con empuñadura de la cabeza de Bach: "Es el museo que llama al cine. Cada vez más. Es el museo el que necesita al cine", afirma el cineasta.
Con esta película de apenas veinte minutos, Portabella lleva a cabo un proceso de despojamiento radical de la memoria. Deshaciéndose metafóricamente, mediante una cuadrilla de mudanzas, de las que fueron las posesiones del poeta: su retrato, su piano, su cama, todo lo que había en su casa de veraneo, y que ahora es la casa museo de la Fundación García Lorca, en la Huerta de San Vicente, en Granada. Yal final, queda la esencia. Como si, en realidad, hubiéramos asistido, a la vez, al duelo y al entierro del poeta.
"Hasta llegar al vacío y al silencio, tan sólo roto por los juegos lejanos de unos niños. El espectador se queda frente a unas paredes desnudas, porque es el espectador el que construye la memoria. Quien, con su mirada, hace la película", explica Portabella, quien por este filme recibirá el Premi Nacional de Cultura de Catalunya de este año.
Laura García Lorca asiente. Para luego afirmar: "El mejor homenaje es el respeto a los muertos. Nos oponemos a la exhumación de los restos de García Lorca. Junto a él, descansan los restos de otros cientos de personas más. ¿Qué pasaría con ellas? ¿Serían olvidadas? Comprendemos que haya otros puntos de vista, pero este es el nuestro", concluye.
Mudanza inicia ahora su recorrido por festivales y museos. Uno de los primeros será el Reina Sofía de Madrid. ¿Es ese el futuro del cine? ¿El museo? "Al contrario", responde Portabella con una sonrisa y blandiendo un bastón con empuñadura de la cabeza de Bach: "Es el museo que llama al cine. Cada vez más. Es el museo el que necesita al cine", afirma el cineasta.
Salvador LLopart. La Vanguardia
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