" Ya es hora que el arte deje de ser bufón de la corte"

Vladiir Mayakovski (1893-1930). Poeta, comediógrafo


viernes, 22 de enero de 2010

Sábado 23 de enero, 20 h: Ocaña, memoria del sol, de Juan José Moreno



Ocaña, la memoria del Sol, de Juan José Moreno y Manuel Huete
España, 2009. 90’
Contaremos con la presencia de los directores

Documental sobre la vida y obra de José Pérez Ocaña, pintor que revolucionó la Barcelona de la transición española y que el director Ventura Pons dio a conocer internacionalmente en su película “Ocaña. Retrato intermitente”.
El sol se hizo oscuridad para, cual Ave Fénix, renacer 25 años después de su trágica muerte en la memoria de todos. ¿Ocaña, donde estás?.

Ocaña, el ángel que canta en el suplicio (Ocana, der Engel der in der Qual singt), de Gerad Courant
Francia, 1979. 9’
Ciclo: La Cinemateca estrena. Sesión Especial (IV)
Único pase

Escogéis una ciudad fascinante… Berlín… Os instaláis en un lugar cargado de historia… La Puerta de Brandeburgo… Lleváis hasta ahí a una personalidad fuera de lo común… Ocaña… Y lo mezcláis todo… Lo agitáis bien… Filmáis… ¿El resultado? ¿Un documental sobre Berlín? No del todo. ¿Sobre Ocaña? Para nada. ¿Y si fuese un documental sobre Marilyn? ¡Premio!


Estamos ante un documental intimista que quiere traernos a la memoria la figura de Ocaña, después del 25 aniversario de su muerte. Por ello se centra especialmente en Cantillana, su pueblo de origen, donde fue a morir (involuntariamente) como si tal cementerio de elefantes fuera.

Se echa en falta mayor protagonismo de la vida de Juan José Pérez Ocaña en Barcelona, ya que allí fue donde se consolidó su personalidad artística, fulgurante y cautivadora, convirtiéndose en uno de los personajes de la vida pública catalana más importantes en la transición y el tardío franquismo. Cierto es que a tal efecto, ya existe el filme de Ventura Pons Ocaña, retrato intermitente (1978) con lo que Juan J. Moreno en la reivindicación que efectúa de Ocaña, parece centrarse especialmente en todo aquello que resulta más inédito del personaje. Trata de traslucir a la persona detrás del personaje y para ello, es inevitable partir de Cantillana, su pueblo de origen y de sus familiares y allegados más cercanos.

Curioso por cierto, la confluencia de varios testimonios negando las atribuciones que Ventura Pons se aplica a sí mismo en el largometraje que supuso el debut en la dirección. Niegan que existiese un guión estructurado y asimismo contradicen que pensase en realizar un largometraje desde la concepción inicial del film. Afirman que fue una decisión improvisada ante el magnetismo que le supuso la acción de Ocaña.

Al margen de esta curiosa anécdota podemos considerar que estamos ante un film bien documentado que demuestra transiciones e insertos bien realizados, con lo que luce un trabajo de post-producción muy vistoso que le otorga al largometraje una factura más que correcta. Pero le falta cierta cohesión al hilo narrativo. Quizás hubiesen sido necesarios unos engarces informativos que permitiesen mejor al espectador seguir la evolución biopersonal y artística de Ocaña. Es fácil perderse ante las sucesivas declaraciones de personas allegadas al personaje biografiado y cuidaría evitar situaciones como la de la escena de un historiador de arte muy apegado a la cámara con una cerveza en un vaso de plástico en la mano y en el fondo dos vagabundos errantes haciendo un espectáculo callejero con una cabra y un órgano.

Ocaña, memoria del sol-El Mundo Ocaña, el ángel que canta en el suplicio-La rosa de Vietnam

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