" Ya es hora que el arte deje de ser bufón de la corte"

Vladiir Mayakovski (1893-1930). Poeta, comediógrafo


jueves, 28 de enero de 2010

Cinemateca UGT. Viernes 29 y sábado 30 de enero, 20,00 h: Deslizamientos progresivos del placer, de Alain Robbe Grillet


Deslizamientos progresivos de placer (Glissements progressifs du plaisir), de Alain Robbe-Grillet
Francia, 1974. 105’. v.o.s.e. 35 mm
Ciclo: Los placeres de Robbe-Grillet (I)
En colaboración con los Servicios Culturales de la Embajada de Francia en España y la Alianza Francesa


Relato policiaco. Un primer dato aparentemente firme es el esquema narrativo del filme: La historia y los personajes (Un delito al principio y al final, las figuras del policía y del Juez instructor) remiten a un género ya tipificado, el policiaco. Se trata, sin duda, de un género que ajustaba los exponentes de la nouvelle vague, desde Malle (Ascensor para el cadalso) a Truffaut (la novia vestida de negro). Naturalmente Robbe-Grillet no copia a Hitchcock, no lo calca como Chabrol; por el contrario, tiende a frustrar las expectativas del público, a no involucrarlo emotivamente a rebasar el cálculo de un progresivo suspense; descompone y diluye las distintas partes de la narración en otras tantas atmósferas enrarecidas repletas de ruidos electrónicos y de colores metálicos; de la intriga policiaca solo queda la envoltura, y en el interior, tiempos muertos, una notable dosis de aridez y aburrimiento. La estructura circular del récit montada sobre los habituales mecanismos de variaciones y repeticiones, dilaciones y sustituciones, está muy cercana a los cánones del noveau roman la insistencia obsesiva en los objetos, la presencia de maniquíes, la semejanza de éstos con los personajes, consolidan otro polo estético fundamental de la (escuela de la mirada): la prevalencia de la dimensión objetual, la absorción de la presencia humana en el mundo de lo artificial.

Para Robbe-Grillet, el paso del plano de la abstracción de personas y cosas al simbólico es un tránsito breve irreversible. El recurso al simbolismo surrealista es frecuente.
Del surrealismo cinematográfico se suceden los homenajes a Buñuel y a la primera vanguardia de los años veinte (se cita la coquille et le clergyman, de Artaud y Dulac); el surrealismo pictórico se evoca, sobre todo, en los personajes desnudos y asexuados a lo Delvauxs.

Relato metafórico.-Las referencias al surrealismo introducen el otro bloque diegético del filme: el relato policíaco se cruza y alterna con el relato metafórico; el sótano de la prisión femenina (regentada por monjas), en donde está recluida la protagonista, es un lugar de tortura en el que se consuman todas las perversiones posibles; parece que la intención de Robbe-Grillet es denunciar, con aguafuertes, el espíritu sadomasoquista de la más sombría contrarreforma (El martirio de Santa Ágata, el canto gregoriano que acompaña a las torturas), y también sacar a relucir, siguiendo las huellas erotológicas de Sade-Bataille, su aquel de pimienta en lo que se refiere a perversiones sexuales (y esos momentos nos han parecido insoportable por innecesarios y aburridos). Tales intenciones no creo que estén muy de acuerdo con la supuesta impersonalidad de observación propia de la <>. Se impone también su pizquilla de psicoanálisis, y ahí está el flash back de homicidio de la protagonista adolescente para explicar sus deformaciones psíquicas.

¿Dónde está, pues, el posible ingenio y la novedad de esta película? A este respecto hay que tener presente la frase pronunciada por uno de los protagonistas – a la que ya hicimos alusión antes-, y que alude evidentemente a la estructura misma del filme: <<…La semejanza, las repeticiones, las sustituciones, son pasatiempos>>. Y un pequeño juego nos ha parecido el resultado del conjunto: un juego conducido según las reglas del más sagaz intelectualismo (también se incluye – no podía faltar- la interpelación directa del actor al espectador, según la técnica fatigosa del distanciamiento brechtiano); y, precisamente por esto, el juego resulta funambulesco, exterior, fútil, gratuito. Por desgracia, la presunción de fondo no está aliviada por un verdadero sentido cinematográfico (como sucede, por ejemplo, con Buñuel –la comparación es casi obligada-, que posee la idea cinematográfica justa y la estructura en una síntesis desatada, irónica y siempre culturalmente profunda, rigurosa). Deslizamientos progresivos del placer se nos antoja una especie de fresco, firmado por un autor de renombre, confeccionado con materiales dispersos, con pinceladas, aquí y allí, sádico-negras y de una vanguardia literaria trasnochada, y todo ello mezclado a la buena de Dios.
Guido Gola. Hoja Filmoteca de Andalucía


Próxima película del ciclo: La inmortal (L’immortalle), de Alain Robbe-Grillet
Francia-Italia, 1963, 100’. v.o. (francesa)
(Jueves 4 de febrero, 20,00 h )

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