" Ya es hora que el arte deje de ser bufón de la corte"

Vladiir Mayakovski (1893-1930). Poeta, comediógrafo


viernes, 2 de febrero de 2007

Joaquim Jordà. la vanguardia frente al snobismo

Ni homenaje ni reivindicación. No queremos adherirnos a la larga lista de retrospectivas que, con motivo de su muerte, se le han rendido por los más de 1000 festivales inoperantes en España, Filmotecas, Semanas y santuarios del modernismo, aparte de la proliferación de artículos, elogios, estudios volcados en los medios de comunicación por la cinefilia, que aletargada por el frío, toma accidentalmente su fusil para disparar en el centro con eficiencia y disciplina militar.

Nunca agradó el cine de Joaquim Jordá, ni a la industria, ni a los exhibidores, mucho menos a los teóricos que ensalzaron su obra sin analizarla, de valorarla en su justa medida. El espectador (¿existe?) ignora quien es Jordá. Como también a otros tantos. Solo demuestran su admiración y entusiasmo a los de turno cuando desparecen. Aquí todos somos unánimes: conocemos toda su filmografía, hemos leído todos sus artículos, era un director excepcional.

La obra de Jordá nunca llegó a Sevilla, si lo hizo a través la Cinemateca, primero en 1994 con El encargo del cazador, Cuerpo en el bosque, Monos como Becky (2000) y Veinte años no es nada (2005). Aún así el número de espectadores nunca pasó de 20. ¿Destruirás la ciudad habiendo 20 justos? Quizás, remitiéndonos al pasaje bíblico, reincidimos. Volvemos a intentarlo. Sería mejor que sobre nuestras mentes distorsionadas por una lobotomía colectiva cayese azufre y fuego. Más tarde o más temprano la ira del señor caerá sobre nosotros.

La obra de Jordá es fuerte, incisiva, hiriente. Celuloide que transgrede las normas y las formas y llega a vampirizarnos. Como aquel “otro” injustamente olvidado. Demasiado contemporáneo para una sociedad regresiva, manifiestamente crítico para un público alienado excesivamente, consecuente y veraz para un receptor con un coeficiente intelectual preocupadamente bajo. Nunca fue amigo de invitaciones. Prefería a cambio que el dinero de los montajes se le remitiese. Tampoco profesó la modernidad, aun siendo uno de sus exponentes más coherente, y del snobismo, sector que ahora reivindica y aboga por la recuperación de su trabajo, infinitamente olvidado por la Administración. ¿Solo? No molesta sólo Jordá a los mandamases de turno, también a los espectadores que súbitamente descubren a Joaquim vía internet (dixen)

Volverá el vanguardismo la mirada hacia atrás ante los gritos ateridos de los espectadores. Retinas sangrientas, heridas cerebrales, venas abiertas,... Jordá que una vez más desobedecerá a los dioses quedará convertido en estatua de sal.

Ya se le han erigido varias. Aunque de otra materia.
Cinemateca UGT
Próximas sesiones ciclo Joaquim Jordà:
Sábado 3, 20 h / Jueves 8, 20 h, El encargo del cazador
Viernes 9,20 h/Domingo 11,18 h, Cuerpo en el bosque (Un cos al bosc)
Sábado 10,20 h/Domingo 11,20 h, Monos como Beckey

No hay comentarios: