Miércoles, día de locos (Mercredi, folle journée), de Pascal Thomas.
Francia, 2001. 127’. v.o.s.e. 35 mm.
Familia(s) / Famille(s) (II).
Único pase
En colaboración con los Servicos Culturales de la Embajada de Francia en España / Alianza Francesa
Para nosotros el miércoles es un día como cualquier otro pero para nuestros hijos no es lo mismo. El martes por la tarde salen del colegio y no vuelven hasta el jueves por la mañana.
El argumento de la película son esas 36 horas secretas de la vida infantil. Ya que, ¿a qué os dedicareis ese día? a vuestros asuntos. Vosotros absortos en vuestras preocupaciones.
Y vuestros hijos libres, libres de los demás y a su aire. El film nos cuenta con gracia y sensibilidad el día del niño a través de la experiencia de Martin Socoa y Victoria, un padre y una hija pequeña que aún no se conocen mucho pero que irán conociéndose mejor y queriéndose más.
Thomas construye una comedia que devela la alienada escisión con humor y sensibilidad conformando una historia coral pero centrándose en su punto cardinal en la relación del padre que compone Lindon y su hija (encantadora Victoria Lafaurie, hija de Thomas en la vida real), mechándola con destreza con otras paralelas. Emotiva, simple y no siempre complaciente, no sería de extrañar que a algún productor hollywoodense le dé por trasladar la seductora trama arruinando la sugestión original.
Francia, 2001. 127’. v.o.s.e. 35 mm.
Familia(s) / Famille(s) (II).
Único pase
En colaboración con los Servicos Culturales de la Embajada de Francia en España / Alianza Francesa
Para nosotros el miércoles es un día como cualquier otro pero para nuestros hijos no es lo mismo. El martes por la tarde salen del colegio y no vuelven hasta el jueves por la mañana.
El argumento de la película son esas 36 horas secretas de la vida infantil. Ya que, ¿a qué os dedicareis ese día? a vuestros asuntos. Vosotros absortos en vuestras preocupaciones.
Y vuestros hijos libres, libres de los demás y a su aire. El film nos cuenta con gracia y sensibilidad el día del niño a través de la experiencia de Martin Socoa y Victoria, un padre y una hija pequeña que aún no se conocen mucho pero que irán conociéndose mejor y queriéndose más.
Thomas construye una comedia que devela la alienada escisión con humor y sensibilidad conformando una historia coral pero centrándose en su punto cardinal en la relación del padre que compone Lindon y su hija (encantadora Victoria Lafaurie, hija de Thomas en la vida real), mechándola con destreza con otras paralelas. Emotiva, simple y no siempre complaciente, no sería de extrañar que a algún productor hollywoodense le dé por trasladar la seductora trama arruinando la sugestión original.
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