José Luis Guerín nos hace viajar a algunas ciudades europeas para intentar encontrar a una mujer con la que se encontró hace 22 años. Un viaje literario, siguiendo los pasos de Wolgfgang von Goethe, Dante Alighieri, Francesco Petrarch y las ciudades donde vivieron, persiguiendo imágenes de una amada que puede existir o no, y que no puede ser hallada, y donde nos cruzaremos con rostros con sus secretos misterios, sus cuerpos imprecisos.
Las fotos en blanco y negro que dan forma a la película y que generaron En la ciudad de Sylvia, consiguen fascinar más que ésta, es algo más que un borrador, es algo completamente nuevo, algo que se acerca a los pioneros que exploraron la ilusión del movimiento y el hecho de que el cine es una sucesión de fotogramas.
El narrador, Guerín mismo, revela sus pensamientos a través de notas colocadas intermitentemente, como anotaciones en un diario, sobre las bellas imágenes, algunas reflejadas en cristales, sobreimpresionadas sobre otras, retazos del flujo de la vida.
En Unas fotos… Guerín explora un más amplio rango de tipos faciales y de edades que en En la ciudad… y nos hace ver que somos testigos del enigma de un rostro, la evanescencia de una cara atisbada, de un gesto.
¿Hace una sesión doble?¿O es que había que estar en Córdoba el 10 de junio de 2008?
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