Con la proyección de Numax, presenta, la Cinemateca inicia una exhaustiva retrospectiva dedicada a Joaquim Jordá, una de las más sugestivas, personales e importantes trayectorias cinematográficas de la historia del cine español.
Su participación en la Escuela de Barcelona, en el que produce Dante no es únicamente severo, su posterior militancia al servicio del P.C.I., y el periodo que se abre tras su regreso a España en 1973, para retomar la práctica del cine en donde aborda el documentalismo de forma directa y concisa, testimonios de un país en transición, que pocos captan como él. Películas como Numax presenta, El encargo del cazador o Veinte años no es nada, recogen las voces de aquella generación, con sus esperanzas y sus fraudes. Monos como Becky (su obra más monumental) cuestionó los límites de la psiquiatría y en De nens, el problema de la pederastía en el barrio del Raval barcelonés. A través de su filmografía encontramos documentales, ficción y películas militantes. Sin embargo su trabajo se distingue por una rigurosidad y un naturalismo difícil de encontrar en otros realizadores.
Su obra, alabada y profusamente galardonada y, paradójicamente, casi desconocida en España, en donde se le considera excesivamente personal y partidista. Tras su muerte, como es habitual, se reivindica y se le homenajea, a un autor que casi tuvo que mendigar para hacer un trabajo honesto.
La Cinemateca exhibió en 1994, La noche del cazador con Jordá presente, Cuerpo en el bosque, Monos como Becky y Veinte años no es nada. Ahora intentamos recuperar toda su obra. No es un homenaje más es un reconocimiento a un hombre que llevó sus ideales hasta la locura. La misma que acabo con él.
Su participación en la Escuela de Barcelona, en el que produce Dante no es únicamente severo, su posterior militancia al servicio del P.C.I., y el periodo que se abre tras su regreso a España en 1973, para retomar la práctica del cine en donde aborda el documentalismo de forma directa y concisa, testimonios de un país en transición, que pocos captan como él. Películas como Numax presenta, El encargo del cazador o Veinte años no es nada, recogen las voces de aquella generación, con sus esperanzas y sus fraudes. Monos como Becky (su obra más monumental) cuestionó los límites de la psiquiatría y en De nens, el problema de la pederastía en el barrio del Raval barcelonés. A través de su filmografía encontramos documentales, ficción y películas militantes. Sin embargo su trabajo se distingue por una rigurosidad y un naturalismo difícil de encontrar en otros realizadores.
Su obra, alabada y profusamente galardonada y, paradójicamente, casi desconocida en España, en donde se le considera excesivamente personal y partidista. Tras su muerte, como es habitual, se reivindica y se le homenajea, a un autor que casi tuvo que mendigar para hacer un trabajo honesto.
La Cinemateca exhibió en 1994, La noche del cazador con Jordá presente, Cuerpo en el bosque, Monos como Becky y Veinte años no es nada. Ahora intentamos recuperar toda su obra. No es un homenaje más es un reconocimiento a un hombre que llevó sus ideales hasta la locura. La misma que acabo con él.
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