El cine francés bajo la ocupación.
Douce (Douce), de Claude Autant-Lara.
Francia, 1943. 103’. V.O. francesa con subtítulos en español
Más lograda, más oscura y siniestra es Douce (1943). Nuevamente es una adolescente, Douce, la que, en este melodrama del siglo XIX desnudará las intrigas de ambición y poder que se juegan dentro del castillo de los Bonafé. Poder, ambición y pulsiones encontradas a partir de las divisiones sociales son los elementos que utiliza Autant-Lara para intentar esta crítica a ciertas actitudes de la burguesía conservadora que pervivían en el universo de la ocupación.
Para evitar tener que hacer la apología de Vichy o del Colaboracionismo, algunos cineastas recurrieron al cuento fantástico (La Main du Diable), el cuento de hadas (no siempre para bien, como L’Eternal Retour de Delannoy) o el filme histórico. Dichos géneros que usaban como coartada les permitía insertar de cuando en cuando comentarios críticos, diálogos de doble sentido que el público entendía a la perfección. El ejemplo más elocuente de ello es la escena extremadamente fuerte, caústica, y áspera de la visita a los pobres en Douce, y su conocido diálogo final: “Le deseo paciencia y resignación”, dice Marguerite Moreno, aludiendo a las dos palabras del Mariscal Pétain. Y el aparcero responde: “Deséele mejor impaciencia y rebelión”. Tras unas semanas de exhibición la Comisión de Censura decidió cortar la secuencia, restablecida en la Liberación.
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