" Ya es hora que el arte deje de ser bufón de la corte"

Vladiir Mayakovski (1893-1930). Poeta, comediógrafo


miércoles, 9 de junio de 2010

Cinemateca UGT. Jueves 10 de junio, 20 h: La ilusión viaja en tranvía, de Luis Buñuel


La ilusión viaja en tranvía, de Luis Buñuel
México, 1953. 90’. v.e.
Único pase
Ciclo Luis Buñuel en Mexico

En colaboración con el Instituto de México en España

Al enterarse que el tranvía 133, en el cual han trabajado toda su vida, será retirado de servicio, Caireles y Tarrajas se emborrachan y deciden robarlo. Durante la noche dan servicio a un grupo ecléctico de pasajeros que incluye a un catrín, un par de beatas, un profesor con sus alumnos y unos matanceros del rastro. A la mañana siguiente, Caireles y Tarrajas tratan de devolver el tranvía pero se enfrentan a la obstinación de Papá Pinillos, un inspector jubilado que pretende delatarlos.

Sin lugar a dudas, la comedia fue uno de los géneros que Luis Buñuel cultivó con mayor placer a lo largo de su carrera. Poseedor de un agudo sentido del humor y de una gran capacidad para la ironía, Buñuel encontró en la comedia el género propicio para desplegar su muy particular visión del mundo, en la que el absurdo y la casualidad coexisten con la normalidad cotidiana.

En La ilusión viaja en tranvía lo inverosímil irrumpe constantemente en la vida de los personajes, sin que esto conduzca a la alteración definitiva de sus destinos. El trayecto que sigue el tranvía robado por Caireles y Tarrajas está lleno de incidentes divertidos e insólitos que Buñuel siempre consideró naturales en el contexto mexicano:

"Ustedes saben que en los vehículos públicos en México es posible, o lo era en aquella época, encontrar gente que lleva cajones de fruta, o guajolotes vivos, en fin: las cosas más increíbles, y por eso se me ocurrió que en el tranvía viajaran los obreros del Rastro con los cuartos de res, y las viejas beatas con la imagen de un santo."

A partir de una escueta línea argumental desarrollada por Mauricio de la Serna y José Revueltas, Buñuel desarrolló una película-viaje al estilo de Subida al cielo (1951). La similitud entre ambos filmes va más allá de su línea argumental. "Es cierto que en ambas películas aparece Lilia Prado haciendo el mismo gesto de subirse al transporte, con un pie en el estribo y la falda a medio muslo" dice Buñuel. "Reconozco que aquí se trata de algo muy mío, de mi juventud y de la de cualquiera de mi generación. Cuando las mujeres, con aquellas faldas largas, subían al tranvía, le echábamos la vista, para ver si enseñaban algo de pantorrilla. Claro, en las dos películas la falda es más corta, y por fuerza Lilia muestra algo de los muslos. Son gestos que se graban."

A diferencia de Subida al cielo (1951), La ilusión viaja en tranvía proyecta una sensualidad más sutil y sugerente. Los trozos de carne que suben los carniceros al tranvía recuerdan al sueño de Pedro en Los olvidados (1950), en el que su madre le ofrece un bistec sangrante que le es arrebatado por el Jaibo. En la pastorela, Lilia Prado interpreta a una seductora Eva expulsada del paraíso por pecadora. En el tranvía, un niño ve por la ventanilla a una mujer que se arregla las medias a la vista de todos.

Considera por mucho tiempo como una película menor en la filmografía de Luis Buñuel, La ilusión viaja en tranvía ha conservado su particular encanto con el paso de los años y ha logrado superar el "envejecimiento" al que se ven condenadas muchas películas. Realizada sin grandes pretensiones artísticas, esta cinta sigue siendo hoy tan disfrutable como cuando fue estrenada.

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