El globo rojo (Le ballon rouge), de Albert Lamoiresse
Francia, 1956. 32’. v.o.s.e.
Próximo pase: Domingo 22 de noviembre, 18 h
El vuelo del globo rojo (Le voyage du ballon rouge), de Hou Hsiao-Hsien
Francia, 2007. 113’. v.o.s.e. 35 mm
Próximo pase: Domingo 15 de noviembre, 18 h
Ciclo: HHH, un retrato de Hou Hsiao-Hsien
Le ballon rouge es un cortometraje francés del año 1956 dirigido por el cineasta Albert Lamorisse. El corto, de 34 minutos, muestra las aventuras de un niño, el cual un día, encuentra un globo rojo que había quedado atascado en una farola del barrio de Ménilmontant, en París. El film ganó numerosos premios, entre ellos el Oscar a mejor guión original y la Palma de oro para cortos en el festival de Cannes.
Lamorisse hizo participar a sus propios hijos en la producción. Su hijo, Pascal Lamorisse interpreta al personaje principal, un niño llamado de igual manera, mientras que su hija Sabine, tiene una escena donde hace el papel de una niña que en determinado momento se cruza con Pascal, pero esta lleva un globo azul en vez de rojo.
Serge Lemoine, director del Museo de Orsay, ubicado en París, proyectó la idea de reunir un grupo de interesantes cineastas contemporáneos para celebrar con el cine el vigésimo aniversario de existencia del Museo. Crear lazos artísticos entre el pasado y el presente. El vuelo del Globo Rojo (Le voyage du ballon rouge), de Hou Hsiao-hsien, los crea, entre Le ballon rouge de Albert Lamorisse de 1956, y la huella cinematográfica a la que se agarra Hsiao-hsien para hacer lírica de la ciudad luminosa y hermosa.
La cinta del cineasta chino es arte en movimiento, en estado puro, es, como afirma el crítico Alejandro G. Calvo, indescriptible, no bastan las palabras, éstas no le alcanzan porque no tiene principio ni fin, es una película infinita. Desde sus contornos, ruidos, tejados, nubes, calles, patios, escaleras, apartamentos, altillos, pianos, y sobre todo reflejos lanzados desde múltiples cristales, los de tiendas, bares, parabrisas, ventanas del tren, pantallas de cámaras, la ciudad acoge entre sus hermosos tentáculos el fluir de la vida de sus hijos, propios y adoptados. ¿Cómo vemos el movimiento de un globo rojo en la era digital?, como un acto surrealista?. Contemplando esta aventura y exploración de la belleza del discurrir diario que nos mueve, nosotros nos transmutamos en globo rojo. Una ventana para mirar pasar la vida que bulle en la urbe, debajo de los tejados. Los días de, pongamos por caso, Suzanne, Simon y Song Fang en la ciudad de la eterna belleza. El minimalismo y la mirada oblicua del cineasta se hace luz de cine.
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