" Ya es hora que el arte deje de ser bufón de la corte"

Vladiir Mayakovski (1893-1930). Poeta, comediógrafo


martes, 5 de mayo de 2009

Cinemateca UGT. Miércoles 6 de mayo a las 20.30 h: Carta de París


Carta de París (Depuis qu’Otar est parti ), de Julie Bertuccelli
Francia, Bélgica, 2003. v.o.s.e. 35 mm
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XVIII Muestra Internacional La Mujer y el Cine

Cuenta la historia de un matriarcado de tres generaciones, tres mujeres que languidecen juntas en un deteriorado departamento suburbano, en Georgia, un país cuya infraestructura económica y social ha colapsado junto con la Unión Soviética. Ada, una joven tan sensible y perceptiva como endurecida por la vida, convive esforzadamente con su madre Marina, una atribulada mujer, otoñal aunque todavía voluptuosa, y su abuela Eka, una gran dama de 90 años quien todavía conserva un espíritu vital lleno de picardía y agudeza. Ada tiene devoción por su abuela, y comparte con ella una verdadera pasión por París, ciudad a la que se ha marchado Otar, su tío médico, hijo de Eka y hermano de Marina, en busca de mejores horizontes. Las cartas de Otar son esperadas con lógica ansiedad por todas ellas, y especialmente por la abuela, pero un día sucede el desastre: un llamado telefónico les avisa que Otar ha muerto en un accidente. Golpeadas duramente por la noticia, Ada y su madre deciden ocultarle la terrible verdad a la anciana, y comienzan entonces a fraguar cartas de Otar desde París; Ada es quien se encarga de escribirlas, cuidándose de copiar exactamente el estilo de las cartas verdaderas, e inventado una realidad de episodios nuevos y optimistas perspectivas para el futuro. Así, el delicado equilibrio familiar parece sostenerse a pesar de la tragedia, hasta que el azar o el destino intervendrá inesperadamente.

Julie Bertuccelli ostenta una destacada carrera como documentalista, y ha trabajado como asistente de dirección de grandes directores como Otar Iosseliani, Bertrand Tavernier, Kieslowski; nació en 1968 y estudió filosofía antes de ingresar a la carrera de realización cinematográfica de los Ateliers Varan, en Paris. En relación a Cartas de París, la crítica ha señalado que la cineasta revela un pulso firme y una refinada percepción emocional para el equilibrado tratamiento de la historia y los personajes, destacando además la inteligencia para elaborar sin golpes bajos una trama donde una mentira piadosa se convierte en una verdadera ética del amor al prójimo. También, Cartas de París, puede verse como una metáfora política, en tanto las tres mujeres representan, cada una a su manera, la respuesta de tres generaciones a las mentiras – estás sí, graves y mortíferas – del Stalinismo.

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