Sólo tres personajes importantes y una cámara que se mueve con la misma cadencia serena del globo rojo que aparece en determinados momentos de delicada y melancólica poesía, acentuada por la música que los acompaña. Es en su simplicidad, en su falta de pretensiones, en el modo en que Hou desarrolla su historia donde reside su mayor atractivo y donde demuestra su gran talento.
Hou se siente fascinado por París, pero no al estilo turístico hollywoodiense, sino con una mirada directa y curiosa, prestando atención a los detalles pequeños y aparentemente insignificantes
Así que por que no nos dejamos de sesiones dobles de gargantas y fuegos artificiales y la sustituimos por una sesión doble, compuesta por Le voyage du ballon rouge, que además ganó el premio de la FIPRESCI en el Festival de Valladolid de 2007, y Le ballon rouge.
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